domingo, 29 de noviembre de 2015

PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO: FELIZ AÑO NUEVO

El tiempo de Adviento
Significado de la corona de Adviento:
Cada tiempo litúrgico tiene sus propios signos. El Adviento también los tiene. La Corona de Adviento viene del Norte de Europa precisamente de Escandinavia y en los últimos años ha entrado con fuerza en nuestras comunidades cristianas. Consiste en un soporte circular revestido de ramas verdes (sin flores) sobre el que se colocan cuatro velas (el color morado es el más apropiado). Estas velas simbolizan las cuatro semanas del tiempo de Adviento y se encienden progresivamente cada uno de los domingos. La corona debe colocarse en un lugar visible en el presbiterio, bien cerca del altar, bien cerca del ambón, sobre una mesita o sobre un tronco de árbol o colgada del techo. También es costumbre en los países alemanes el llevar estas velas a casa y ponerlas en lugares destacados para significar la espera del Mesías, de ese modo la celebración litúrgica entra en el cotidiano, en la vida familiar, en las costumbres caseras y empapa de sentido cristiano y de sabor mesiánico toda la vida del cristiano. Para nosotros cristianos del siglo XXI el Adviento es un tiempo real y presente que, al bucear en el ayer mesiánico, nos lanza hacia el futuro profético. En todo el proceso está la Trinidad Santa; el Padre que crea, el Hijo que viene a este mundo a recrearlo y el Espíritu Santo que lo santifica y lo une en el amor.



ORACIÓN PARA ENCENDER EL PRIMER CIRIO DE LA CORONA DE ADVIENTO:

Un año más llena la Iglesia el potente pregón de Juan el Bautista que renueva el de los antiguos profetas:: “Preparadle el camino al Señor, allanad sus senderos... La salvación está ya cerca de sus fieles y la gloria habitará en nuestra tierra.” Señor Jesús, esta primera luz que vamos a encender nos avisa que debemos preparar tu venida en nuestros corazones, en nuestra familias, en nuestros lugares de trabajo y en esta comunidad cristiana que visitas sin cesar cuando te celebra con alegría. Concédenos que este aumento de la luz que podemos ver, signifique en cada uno de nosotros la expulsión de las tinieblas del pecado. Te lo pedimos a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. R. Amén.

I Domingo de Adviento

La primera lectura de la Misa pertenece al Profeta Jeremias. Y nos anuncia la esperanza que los profetas dirigían al pueblo de Israel hundido y dispersado, estos anuncios de esperanza van también dirigidos a todos nosotros cristianos del siglo XXI.


PALABRA DE DIOS
Primera Lectura: Jeremias,33,14-16 Anunciar que el Señor se acerca, caminos de Esperanza.
Salmo:
" A ti, Señor, levanto mi alma. tu salvación"
Segunda Lectura: 1ª Tesalonicenses,3,12-4,2
Evangelio Lucas: 21,25-28.34-36
”Levantaos alzar la cabeza se acerca vuestra liberación. Tener cuidado no se embote la mente con el vicio, la bebida, y los agobios de la vida.
Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Está escrito en el Profeta Isaías: “Yo envió mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Una voz grita en el desierto. “Preparad el camino del señor, allanad sus senderos”. Juan bautizaba en el desierto; predicaba que se convirtieran y se bautizaran para que se le perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados, y él los bautizaba en el Jordán. Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba: “Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero Él os bautizará con Espíritu Santo. “PALABRA DE DIOS”.

Vivir según el domingo”


Los santos de todos los tiempos nos han dejado testimonios del influjo profundo que la celebración de la Eucaristía ha ejercido sobre su estilo de vida. San Ignacio de Antioquia presentaba a los cristianos como los que “viven según el domingo”. Esta fórmula del gran mártir ilumina claramente la relación entre la realidad eucarística y la vida cristiana en su cotidianeidad. La costumbre característica de los cristianos de reunirse el domingo para celebrar la resurrección de Cristo es el hecho que define también la forma de existencia renovada por el encuentro con Cristo.
Esta fórmula de San Ignacio subraya el valor ejemplar que este día santo tiene respecto a cualquier otro día de la semana. El Papa Benedicto XVI, en su bella Encíclica Sacramentum caritatis nos dice: “en efecto, su diferencia no está simplemente en dejar las actividades habituales, como una especie de paréntesis dentro del ritmo normal de los días. Los cristianos siempre han vivido este día como el primero de la semana, porque en él se hace memoria de la radical novedad traída por Cristo. Así pues, el domingo es el día en que el cristiano encuentra esa forma eucarística de su existencia y a la que está llamado a vivir constantemente. Vivir según el domingo quiere decir vivir conscientes de la liberación traída por Cristo y desarrollar la propia vida como ofrenda de sí mismos a Dios, para que su victoria se manifieste plenamente a todos los hombres a través de una conducta renovada íntimamente” (n. 72).

sábado, 14 de noviembre de 2015

Una oración por Paris

Desde el blog de la parroquia queremos expresar nuestro dolor y condolencias por la masacre sucedida en París.
Todos los afectados están presentes en nuestras oraciones.



Padre Nuestro por la Paz

PADRE, que miras por igual a tus hijos a quienes ves enfrentados.
NUESTRO, de todos. De los cerca de 5000 millones de personas que poblamos la tierra, sea cual sea nuestra edad, color o lugar de nacimiento.
QUE ESTAS EN LOS CIELOS, y en la tierra, en cada hombre, en los humildes y en los que sufren.
SANTIFICADO SEA TU NOMBRE, pero no con el estruendo de las armas, sino con el susurro del corazón.
VENGA A NOSOTROS TU REINO, el de la paz, el amor. Y aleja de nosotros los reinos de la tiranía y de la explotación.
HÁGASE TU VOLUNTAD siempre y en todas partes. En el cielo y en la tierra. Que tus deseos no sean obstaculizados por los hijos del poder
DANOS EL PAN DE CADA DÍA, que eta amasado con paz, con justicia, con amor. Aleja de nosotros el pan de cizaña que siembra envidia y división.
PERDÓNANOS, no como nosotros perdonamos, si no como Tú perdonas, sin dar lugar al odio
NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN de almacenar lo que no nos diste, de acumular lo que otros necesitan, de mirar con recelo al de enfrente.
LÍBRANOS DEL MAL que nos amenaza: de armas, del poder, de la sociedad de consumo, de vivir montados en el gasto, porque somos muchos Padre, los que queremos vivir en PAZ.

AMEN.