lunes, 8 de junio de 2020

LUNES DE FIESTA CHICA

Para este lunes, fiesta chica de la Virgen, Mercedes nos ha hecho llegar esta oración y foto del niño para compartirla con todos vosotros. Os dejamos también alguna foto realizada el día de ayer en la celebración de la misa












domingo, 7 de junio de 2020

PROCESION DOMINGO

La familia Del Pozo Muñoz nos ha hecho llegar este vídeo como ofrenda a la Virgen, esperamos que lo disfrutéis y recordéis con alegría los años vividos con la misa en el parque y posterior procesión por las calles del barrio, hasta entrar con las campanas sonando en la iglesia y decirle todos a una a nuestra madre: ¡VIVA LA VIRGEN DE LA SALUD!



FIESTA DE LA VIRGEN DE LA SALUD

ORACIÓN

Señor, Tú eres nuestra Salud.

A Ti acudimos, guiados por María,

tu Madre y nuestra Madre.

Muéstranos, Señor, tu rostro,

para que podamos alegrarnos

con la salvación que gratuitamente nos ofreces.

Tú, que pasaste haciendo el bien

y curando a los oprimidos por el pecado,

pasa también a nuestro lado.

Tócanos con tu gracia,

confórtanos en nuestras enfermedades

y sufrimientos,

y concédenos el don de la salud.

Haz que aprendamos a buscarte,

a descubrirte en tu palabra y en tus sacramentos,

en los enfermos y en los que padecen.

Haz que aprendamos a amarte y a seguirte

como te amó y te siguió María,

Nuestra Señora de la Salud;

para que con Ella, y con los ángeles y los santos,

te alabemos por siempre,

a Ti, que con el Padre y el Espíritu Santo, eres Dios

y vives y reinas, inmortal y glorioso,

por los siglos de los siglos.

Amén.




ORACIÓN DE SAN JUAN PABLO II A NUESTRA SEÑORA DE LA SALUD 
 
Oh Virgen María, Salud de los enfermos,
que has acompañado a Jesús en el camino del Calvario
y has permanecido junto a la cruz en la que moría tu Hijo,
participando íntimamente de sus dolores,
acoge nuestros sufrimientos y únelos a los de Él,
para que las semillas esparcidas durante el Jubileo
sigan produciendo frutos abundantes en los años venideros.
Madre misericordiosa, con fe nos volvemos a Ti.
Obtennos de tu Hijo el que podamos volver pronto,
plenamente restablecidos, a nuestras ocupaciones,
para hacernos útiles al prójimo con nuestro trabajo.
Mientras tanto, quédate junto a nosotros en el momento
de la prueba y ayúdanos a repetir cada día contigo nuestro “sí”,
seguros de que Dios sabe sacar de todo mal un bien
más grande.
Virgen Inmaculada, haz que los frutos del Año Jubilar
sean para nosotros y para nuestros seres queridos,
prenda de un renovado empuje en la vida cristiana,
para que en la contemplación del Rostro de Cristo Resucitado
encontremos la abundancia de la misericordia de Dios
y la alegría de una comunión más plena con los hermanos,
primicia de la alegría sin fin del Cielo. Amén!