sábado, 30 de mayo de 2015

NOVENO DÍA DE LA NOVENA: ASUNCIÓN DE MARÍA A LOS CIELOS

Palabra de Dios: "Entonces dijo María: Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, porque se ha fijado en su humilde esclaba.
Pues mira, desde ahora me felicitarán todas las generaciones porque el Poderoso ha hecho tanto por mi: El es santo y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Su brazo interviene con fuerza, desbarata los planes de los arrogantes, derriba del trono a los poderosos y exalta a los humildes, a los hambrientos colma de bienes y alos ricos despide de vacío. Auxilia a Israel su siervo, acordándose de su misericordia, como lo habia prometido a nuestros padres, a Abrahán y su descendencia" (Lc. 1, 44-55)

Meditación: “Si se levantan los vientos de las tentaciones, si tropiezas en los escollos de las tribulaciones, mira a la estrella, invoca a María. Si eres agitado por las olas de la soberbia, de la detracción, de la ambición, de la emulación, mira a la estrella, invoca a María... piensa en María, invoca a María. No se aparte María de tu boca, no se aparte de tu corazón, y para conseguir los sufragios de su intercesión, no te desvíes de los ejemplos de su virtud. Si la sigues, no te extravías; si la ruegas, no desesperas; si piensas en ella, no te pierdes. Si ella te tiende la mano, no te caes; si te protege, nada tienes que temer. No te fatigarás si ella te guía, y llegarás felizmente al puerto si ella te ampara” (San Bernardo)



DESPEDIDA DE LA CRUZ DE LA ASAMBLEA

En la tarde de ayer, durante la misa de las 20:30, se despidió la cruz de la asamblea que nos ha acompañado en estos días. Coincidió con el octavo día de la novena donde recordabamos a María al pie de la cruz.












Evangelio según San Lucas 9, 23-26
Decía a todos: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará. Pues, ¿de qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se pierde? Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras, ese se avergonzará del Hijo del hombre, cuando venga en su gloria, en la de su Padre y en la de los santos ángeles"











viernes, 29 de mayo de 2015

OCTAVO DÍA DE LA NOVENA: MARÍA JUNTO A LA CRUZ DE JESÚS

Palabra de Dios: "Simeón los bendijo y dijo a María su madre: ´Mira: éste está puesto para que todos en Israel caigan o se levanten; será una bandera discutida, mientras que a ti una espada te traspasará el corazón; así quedará patente lo que todos piensan´"(Lc. 2, 34-35)
"Estaban junto a la cruz de Jesús su madre; la hermana de su madre, María de Cleofás y María Magdalena. Al ver a su madre y a su lado al discípulo preferido, dijo Jesús:´¡Mujer, ese es tu hijo! y luego al discípulo: ´¡Esa es tu madre!. Desde entonces el discípulo la recibió en su casa" (Jn. 19, 25-27)
Meditación: El evangelio nos habla de la presencia de María en el momento de la Cruz. Era imposible que en ese momento la virgen no hubiera estado al corriente de todo lo que le pasaba a su hijo. Era el momento de la perfección de su fe. El misterio de la Virgen en el momento de la Pasión es que resulta la más fuerte de todos, más fuerte que los apóstoles, que eran hombres. El Evangelio nos dice que estaba de pie.
María llegó a la perfección de su fe en el momento de la Pasión. ¿Qué puede dar ella en ese momento a su hijo? Nada. Pero algo muy profundo está ocurriendo en ella, porque una madre tiene que tener un maximum de sufrimiento al ver morir a su hijo, sobre todo viéndole morir no de una manera natural, sino joven y ajusticiado. Sabemos que si la mayor prueba de amor es dar la vida por aquellos a quienes se ama, el sufrimiento mas grande es también la prueba más grande de amor. Dios la ha llevado allí para que de la prueba más grande de amor. (Rene Voillaume)