Queríamos acabar este curso en el blog con algo especial, le pedimos a Adela una de nuestras catequistas que nos contara que ha sido para ella acompañar durante estos años previos a la comunión a los niños en catequesis, aquí os dejamos sus palabras:
Me piden que os cuente lo que siento yo al enseñarles
a los niños como prepararse para su primera comunión.
Cuando los niños llegan nuevos con esa carita de que
no saben lo que va a pasar y lo que les vamos a decir, es una alegría, pero una
alegría muy grande para nosotras. Los dos primeros años les enseñamos como
vivía Jesús, su vida en general. En esos dos años les intentamos acercar un
poco más a él. La pena que sentimos es que para muchos de ellos es un simple
desconocido. Ya va llegando el tercer año, ese año en el que ya van a realizar
lo que llevan esperando tanto tiempo, la comunión. Ellos ya van sabiendo más
cosas sobre Jesús, sobre las eucaristías, como se deben comportar encima del
altar, las oraciones.
Para nosotras es un placer estar acompañándolos en ese
día tan especial para ellos con los nervios a flor de piel. Porque no sabéis lo
que es recordar ese mismo día que nosotras tuvimos al mirarlos a ellos. Este último
año es un conjunto de muchas emociones, de alegría al ver cómo han podido crecer
no físicamente si no también ver cómo les ha crecido la idea que tenían sobre Jesús
y también de tristeza por saber que ya son grandes que ya se ha terminado otra
etapa más para ellos.
Me gustaría que muchos de ellos continuarán con
nosotros en este camino largo, porque no se acaba aquí. Para mí es un gusto y
un placer poder ayudar enseñando a los niños.
Adela Rodríguez