lunes, 7 de marzo de 2022

BIENVENIDAS A NUESTRA COMUNIDAD PARROQUIAL

 Hace ya varias semanas que las hermanas carmelitas misioneras, Liliana, Grace, Asunción y Adolphine nos acompañan en nuestra parroquia, colaborando tanto en la catequesis, como en la celebración de la misa y poco a poco en el resto de actividades de la parroquia. Las hemos pedido que para poder conocerlas un poco mas nos hablen de su comunidad y misión. Os dejamos aquí un pequeño retazo de esta congregación.



CARMELITAS MISIONERAS

COMUNIDAD EL CARMELO SALAMANCA

 ¿Quiénes Somos?

Somos una Congregación religiosa fundada en Ciudadela, Menorca (España) 1860-1861, Por el Padre Francisco Palau y Quer, Carmelita Descalzo.

Estamos presentes en los cinco continentes, dando respuesta al llamado que Jesús nos hace, de anunciar el Evangelio.

Nos identifica

Los rasgos que configuran nuestra vida consagrada en obsequio en Jesucristo y de su Iglesia son los siguientes: eclesialidad, sentido profundo de la comunión fraterna, actitud contemplativa en el trato amistoso con Dios y escucha de su palabra y espíritu Misionero.

¿Qué hacemos?

Nuestra presencia en Salamanca data desde 1956 con una pequeña residencia de estudiantes que luego será Colegio Mayor El Carmelo. Nuestra misión ha ido teniendo diversos matices a lo largo de la historia.  

Por carisma estamos llamadas a ser Iglesia y construir el Reino de Dios, por esta razón actualmente en salamanca vivimos la misión, comprometidas con: la pastoral universitaria, Pastoral parroquial y formación.

Un SÍ definitivo

Dentro de las misiones que tiene nuestra comunidad está ser Casa de formación, para la preparación de votos perpetuos. Vienen a Salamanca las hermanas jóvenes de los diferentes continentes para prepararse y dar su SÍ definitivo al Señor. En este momento somos 12 Jóvenes: tres de África, seis de Asía y tres de América, todas con la alegría que da el ser seguidoras y servidoras de Jesucristo donde sea necesario.

Un brote de esperanza

Agradecemos la acogida y oportunidad misionera que nos brinda la parroquia San Pedro Apóstol de Tejares y confiamos a la protección de Nuestra Señora de la Salud la misión compartida y la vida de las familias, especialmente la de aquellos que mas sufren y necesitan de nuestra compañía y cuidado.

María Asunción López (El Salvador)

 Carmelita Misionera

viernes, 4 de marzo de 2022

1º Viernes de cuaresma

Este año os compartimos el viacrucis que se realizo en nuestra parroquia en el año 2017, semana a semana pondremos 2 de las estaciones para que las meditemos

hoy nos acercamos a través del viacrucis a dos momentos que vivió Jesús en su pasión, para que nos ayuden en la reflexión y oración de este tiempo tan importante para los cristianos


Primera estación: Jesús es condenado a muerte

 

V: Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos

R: Pues por tu santa cruz redimiste al mundo

 

Evangelio:

Lectura del Evangelio según San Mateo 27, 22-23.26

Pilato les preguntó: « ¿y qué hago con Jesús, llamado el Mesías?» Contestaron todos: « ¡que lo crucifiquen!» Pilato insistió: «pues ¿qué mal ha hecho?» Pero ellos gritaban más fuerte: « ¡que lo crucifiquen!» Entonces soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran.

 

Meditación:

“Reo es de muerte”, dijeron de Jesús los miembros del Sanedrín, y, como no podían ejecutar a nadie, lo llevaron de la casa de Caifás al Pretorio. Pilato no encontraba razones para condenar a Jesús, e incluso trató de liberarlo, pero ante la presión amenazante del pueblo instigado por sus jefes: “Crucifícalo, crucifícalo”, “Si sueltas a ése, no eres amigo del César”, pronuncio la sentencia que le reclamaban y les entregó a Jesús, después de azotarlo para que fuera crucificado.

San Juan el evangelista nos dice que, pocas horas después, junto a la cruz de Jesús estaba María su madre. Y hemos de suponer que también estuvo muy cerca de su hijo a lo largo de todo el Vía crucis.

Cuántos temas para la reflexión nos ofrecen los padecimientos soportados por Jesús desde el Huerto de los olivos hasta su condena a muerte: abandono de los suyos, negación de Pedro, flagelación, corona de espinas, vejaciones y desprecios sin medida. Y todo por amor a nosotros, por nuestra conversión y salvación.

 

Rezo del Padrenuestro, Avemaría y Gloria

“Jesús, pequé: ten piedad y misericordia de mí”

Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre. Amén

 


Segunda estación: Jesús carga con la cruz

V: Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos

R: Pues por tu santa cruz redimiste al mundo

 

Evangelio:

Lectura del Evangelio según San Mateo 27, 27-31

Los soldados del gobernador se llevaron a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a toda la compañía: lo desnudaron y le pusieron un manto de color púrpura y trenzando una corona de espinas se la ciñeron a la cabeza y le pusieron una caña en la mano derecha.

Y doblando ante él la rodilla, se burlaban de él diciendo: « ¡Salve, Rey de los judíos!». Luego lo escupían, le quitaban la caña y le golpeaban con ella en la cabeza. Y terminada la burla, le quitaron el manto, le pusieron su ropa y lo llevaron a crucificar.

 

Meditación:

Condenado muerte, Jesús quedó en manos de los soldados del procurador, que lo llevaron consigo al pretorio y, reunida la tropa, hicieron mofa de él. Llegada la hora, le quitaron el manto de púrpura con que lo habían vestido para la burla, le pusieron de nuevo sus ropas, le cargaron la cruz en que había de morir y salieron camino del Calvario para allí crucificarlo.

El peso de la cruz es excesivo para las mermadas fuerzas de Jesús, convertido en espectáculo de la chusma y de sus enemigos. No obstante, se abraza a su patíbulo deseoso de cumplir hasta el final la voluntad del Padre: que cargando sobre sí el pecado, las debilidades y flaquezas de todos, los redima. Nosotros, a la vez que contemplamos a Cristo cargado con la cruz, oigamos su voz que nos dice: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame».

Rezo del Padrenuestro, Avemaría y Gloria

“Jesús, pequé: ten piedad y misericordia de mí”

Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre. Amén




miércoles, 2 de marzo de 2022

CUARESMA 2022 PARROQUIA SAN PEDRO APÓSTOL TEJARES

 Hoy 2 de marzo comienza la cuaresma, un tiempo de oración y reflexión, que nos prepara para la alegría de la resurrección. 

La hermana Liliana, carmelita misionera, que recientemente ha llegado a nuestra parroquia, nos ha preparado este artículo para que nos ayude y guíe en este tiempo.

CUARESMA 2022

PARROQUIA SAN PEDRO APÓSTOL

TEJARES


(Fuente: www.cipecar.org)

UN CAMINO CON JESÚS

Bajo la mirada compasiva y misericordiosa de Dios, con alegría y confianza comenzamos este tiempo litúrgico que la Iglesia nos regala para reavivar la fe, encender la esperanza y practicar la caridad. La Palabra de Dios alumbra nuestras opciones cristianas y nos invita a poner los ojos en Jesús, el rostro de la Misericordia del Padre, el Maestro, el Amigo, el Camino, la Verdad y la Vida.

Desde el inicio del camino, Jesús nos invita a ir con Él al desierto, para oír en el silencio «el callado amor»; para acoger la Palabra de Vida; para caer en la cuenta de la verdad de nuestro ser de hijos/as de Dios; para hacer visible nuestra identidad de hermanos/as y para seguir anunciando, con alegría, el Evangelio de Jesús en nuestro mundo.

El Espíritu nos abre los oídos del corazón y nos reviste de fortaleza para estar con Él, para caminar con Él, y para entregar la vida con Él.

Lo primero que hace Jesús en el desierto es pasar por la prueba de todas las tentaciones sin sucumbir a ella. Fiel a su Padre, prefiere la Palabra de Dios al pan, la confianza al milagro, el servicio a Dios al dominio sobre los reinos del mundo.

Nosotros/as, seguidores/as de Jesús, tenemos que pasar también por los desiertos de la historia y por las duras pruebas de la fidelidad a Dios en nuestros contextos sociales y culturales. El autor de la Carta a los hebreos nos alerta y alienta: «Cuidado, hermanos: que ninguno de vosotros tenga un corazón perverso e incrédulo, desertor del Dios vivo. Antes bien, animaos unos a otros cada día, mientras suena ese hoy, para que nadie se endurezca seducido por el pecado. Porque, si mantenemos firme hasta el fin nuestra posición del principio, somos compañeros de Cristo» (Hb 3, 12-14).

El apóstol Pablo despierta la confianza en Quién sabemos nos ama: «Ninguna prueba os ha alcanzado que sea sobrehumana. Fiel es Dios y no permitirá que seáis probados por encima de vuestras fuerzas; con la prueba os abrirá una salida para que podáis soportarla» (1 Co 10, 13-14)

Con estos deseos de bien comenzamos el camino cuaresmal en el NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO.

 


Símbolos de la Cuaresma:

TE COMPADECES DE TODOS, SEÑOR

La ceniza:

«Convertíos a mí de todo corazón» (Jl 2,12).

  • Expresa la conversión, el deseo de liberarnos del mal: la desunión, la violencia, la insolidaridad, la indiferencia, que hay en nosotros y ponernos en el camino hacia la Pascua.
  • Es un gesto de verdad y de súplica ante el Dios de la Vida. Es un signo de comienzo. Con la ceniza comenzamos el camino hacia la Pascua…

La Cruz:

«El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo» (Lc 9, 23).

  • Símbolo predilecto para representar a Cristo y su misterio de salvación. Símbolo de la nueva alianza realizada en la Pascua de Jesús.
  • Ilumina nuestra vida. Nos da esperanza. Nos enseña el camino. Nos asegura la victoria de Cristo. Nos compromete a seguir el mismo estilo de vida de Jesús para llegar a la nueva existencia del resucitado. En la cruz está concentrada la Buena Noticia del Evangelio…

El Ayuno solidario:

«Llegará un día en que se lleven al novio, y entonces ayunarán» (Mt 9, 15).

  • Es una voz profética para recordarnos que todo es bueno, pero relativo, que los valores materiales no son absolutos, que los valores sobrenaturales hay que cuidarlos.
  • Nos enseña misericordia. Nos convierte en más transparentes y disponibles para los demás, menos llenos de nosotros. Nos educa el egoísmo y la autosuficiencia y a abrirnos más a Dios y a los hermanos…

El camino:

«Jesús vio a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme» (Lc 5,27).

  • La vida cristiana es seguir a Jesús, es hacer camino.
  • El «marchar», el caminar en la vida cristiana y más en la celebración, viene a ser una parábola de la Iglesia en camino. Una comunidad escatológica que en cierto modo se trasciende a sí misma y avanza hacia la meta propuesta. Que se siente peregrina, sin afincarse excesivamente ni en un lugar ni en una situación.