viernes, 29 de mayo de 2015

OCTAVO DÍA DE LA NOVENA: MARÍA JUNTO A LA CRUZ DE JESÚS

Palabra de Dios: "Simeón los bendijo y dijo a María su madre: ´Mira: éste está puesto para que todos en Israel caigan o se levanten; será una bandera discutida, mientras que a ti una espada te traspasará el corazón; así quedará patente lo que todos piensan´"(Lc. 2, 34-35)
"Estaban junto a la cruz de Jesús su madre; la hermana de su madre, María de Cleofás y María Magdalena. Al ver a su madre y a su lado al discípulo preferido, dijo Jesús:´¡Mujer, ese es tu hijo! y luego al discípulo: ´¡Esa es tu madre!. Desde entonces el discípulo la recibió en su casa" (Jn. 19, 25-27)
Meditación: El evangelio nos habla de la presencia de María en el momento de la Cruz. Era imposible que en ese momento la virgen no hubiera estado al corriente de todo lo que le pasaba a su hijo. Era el momento de la perfección de su fe. El misterio de la Virgen en el momento de la Pasión es que resulta la más fuerte de todos, más fuerte que los apóstoles, que eran hombres. El Evangelio nos dice que estaba de pie.
María llegó a la perfección de su fe en el momento de la Pasión. ¿Qué puede dar ella en ese momento a su hijo? Nada. Pero algo muy profundo está ocurriendo en ella, porque una madre tiene que tener un maximum de sufrimiento al ver morir a su hijo, sobre todo viéndole morir no de una manera natural, sino joven y ajusticiado. Sabemos que si la mayor prueba de amor es dar la vida por aquellos a quienes se ama, el sufrimiento mas grande es también la prueba más grande de amor. Dios la ha llevado allí para que de la prueba más grande de amor. (Rene Voillaume)


jueves, 28 de mayo de 2015

SÉPTIMO DÍA DE LA NOVENA: MARÍA DE CANÁ

Palabra de Dios: "Se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la Madre de Jesús. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. Y como faltara vino, le dice a Jesús su madre:no tienen vino. Jesús le responde: ¿qué tengo yo contigo mujer? Todavía no ha llegado mi hora. Dice su madre a los sirvientes: haced lo que El os diga... EN Caná de Galilea dio Jesús comienzo a sus señales. Y manifestó su gloria y creyeron en Él su discípulos" (Jn 2, 1-5.11)

Meditación: ¡Virgen del milagro! Libraste de una situación comprometida a los esposos de Caná, testimoniandoles, sin saberlo ellos, una solicitud de madre, y movilizaste en su favor el poder milagroso de tu Hijo: ¡Dignate a salvarnos de nuestras dificultades humanas, aunque no nos demos cuenta, y aseguranos el maravilloso socorro de tu Hijo!
Precipitaste la hora de la revelación del Salvador, provocando su prodigioso rasgo de bondad: ¡Dignate otra vez adelantar la hora de la gracia en favor de nuestras necesidades más acuciantes y obténnos nuevas demostraciones de misericordia de Cristo!
Tu fuiste la primera en demostrar tu fe en Jesús, y la expresaste en una audacia viva y en una perseverancia tenaz: ¡Dignate arrastrarnos por el surco de la fe, e inspira a nuestras oraciones una confianza atrevida! Sigue siendo para nosotros la Virgen del milagro, la que interviene en los momentos críticos y soluciona las situaciones angustiosas, la que logra porcurarnos favores extraordinarios, la que hace lo imposible ante nuestra miseria.
¡Sé sobre todo la Virgen de los milagros íntimos y escondidos, de las curaciones espirituales y de las conversiones; ruega a tu hijo que transforme en nuestra alma el agua insípida en vino de amor, y haz que seamos llenados hasta el borde de la abundancia de la gracia!


miércoles, 27 de mayo de 2015

SEXTO DÍA DE LA NOVENA: MATERNIDAD DE MARÍA

Palabra de Dios: "Por aquellos días salió un edicto de Cesar Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo. Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo Gobernador de Siria Cirino. Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad. Subió José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con su esposa María, que estaba encinta. Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se cumplieron los días del alumbramiento y dió a luz a su Hijo primogénito, le envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada" (lc. 2, 17)

Meditación: María nos da a Cristo. En la sencillez del relato evangélico se nos cuenta el acontecimiento más importante de la historia. Tanto que separa los tiempos. Pero todo ocurre tan ocultamente y con tanta pobreza que el nacimiento del Hijo de Dios pasa desapercibido. ¡¡Y ocurre en un pesebre!!
El hijo de María es el Dios con nosotros. Sin embargo, no hay lugar para él en la posada, por eso tiene que ser acostado en un pesebre. Y en aquella noche, allí sólo aparecen José, María y unos cuantos pastores que velan. Jesús, el hijo de María, seguirá sin tener sitio en muchas posadas y muchas posadas perderán la oportunidad de que en ellas viva el Hijo de Dios. Porque hay que acoger al pobre para encontrarse con cristo, hay que tener corazón y hechos de pobre para reconocer a Dios en el hijo de María, mujer pobre.