jueves, 28 de mayo de 2015

SÉPTIMO DÍA DE LA NOVENA: MARÍA DE CANÁ

Palabra de Dios: "Se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la Madre de Jesús. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. Y como faltara vino, le dice a Jesús su madre:no tienen vino. Jesús le responde: ¿qué tengo yo contigo mujer? Todavía no ha llegado mi hora. Dice su madre a los sirvientes: haced lo que El os diga... EN Caná de Galilea dio Jesús comienzo a sus señales. Y manifestó su gloria y creyeron en Él su discípulos" (Jn 2, 1-5.11)

Meditación: ¡Virgen del milagro! Libraste de una situación comprometida a los esposos de Caná, testimoniandoles, sin saberlo ellos, una solicitud de madre, y movilizaste en su favor el poder milagroso de tu Hijo: ¡Dignate a salvarnos de nuestras dificultades humanas, aunque no nos demos cuenta, y aseguranos el maravilloso socorro de tu Hijo!
Precipitaste la hora de la revelación del Salvador, provocando su prodigioso rasgo de bondad: ¡Dignate otra vez adelantar la hora de la gracia en favor de nuestras necesidades más acuciantes y obténnos nuevas demostraciones de misericordia de Cristo!
Tu fuiste la primera en demostrar tu fe en Jesús, y la expresaste en una audacia viva y en una perseverancia tenaz: ¡Dignate arrastrarnos por el surco de la fe, e inspira a nuestras oraciones una confianza atrevida! Sigue siendo para nosotros la Virgen del milagro, la que interviene en los momentos críticos y soluciona las situaciones angustiosas, la que logra porcurarnos favores extraordinarios, la que hace lo imposible ante nuestra miseria.
¡Sé sobre todo la Virgen de los milagros íntimos y escondidos, de las curaciones espirituales y de las conversiones; ruega a tu hijo que transforme en nuestra alma el agua insípida en vino de amor, y haz que seamos llenados hasta el borde de la abundancia de la gracia!


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