lunes, 16 de marzo de 2020

NOVENA A LA VIRGEN DE LA SALUD. DIA1º

CONCEPCIÓN DE NUESTRA SEÑORA

Alégrate, Virgen María, llena de gracia. Porque el señor esta en ti


ACTO DE CONTRICIÓN PARA INICIAR TODOS LOS DÍAS LA NOVENA:

Señor mío Jesucristo, Padre mío redentor de mi alma herido y crucificado por darme la salud que no merezco; arrepentido, y con dolor de haberos ofendido, me llego a Vos, mi Dios, mi Criador y mi salud, y por quien sois, me pes el alma de haberos ofendido con tanta culpa; enmienda de nunca más pecar, por lo que espero de vuestra bondad infinita me habéis de perdonar por vuestra sagrada pasión y por los méritos de mi Madre dulcísima de la Salud, y también confío me librareis en esta vida de la peste de alma y cuerpo, concediéndome lo que os pido en esta Novena, si es para gloria vuestra. Amén.

ORACION PARA EMPEZAR EL DÍA:

Eterno Dios, Creador de todas las cosas y Redentor del mundo, que por tu bondad inmensa te dignaste concedernos los premios inefables de la salud eterna, mediante la virginidad fecunda de tu querida Madre María Santísima, mi Señora, que es salud, vida y esperanza nuestra;  yo te suplico humildemente por los méritos de esta soberana Reina, y por los de vuestra pasión; vida y muerte, que cuando llegue la mía, se aparte mi corazón de todas las cosas del mundo, empleándome todo en amaros con un amor ardentísimo, de suerte que muera yo de puro amor a vuestros pies y los de vuestra purísima Madre, y que me ayuden a amaros y a morir todos los Santos y Santas de mi devoción. Pero mientras me quisieres conservar en este valle de miserias, os suplico, Señor, me ayudéis a caminar por el camino de vuestros escogidos, siguiendo vuestros ejemplos, e imitando las virtudes de vuestra Madre Santísima, para que yo merezca veros como os ven los Santos en el cielo, y también os pido me concedáis lo que solicito en esta Novena a mayor gloria vuestra, servicio de mi Señora, salud y provecho de mi alma. Amén.




HIMNO:

María, pureza en vuelo
Virgen de vírgenes, danos
la gracia de ser humanos
sin olvidarnos del cielo.

Enséñalos a vivir;
ayúdenos tu oración;
danos en la tentación
la gracia de resistir.

Honor a la Trinidad
por esa limpia victoria
y gloria por esta gloria,
que alegra a la Cristiandad. Amén

 PALABRA DE DIOS:

Yo salí de la boca del Altísimo, como primogénita de todas las criaturas. El Creador estableció mi morada. Desde el principio, antes de los siglos me creó y no cesaré jamás. Eché raíces entre un pueblo glorioso, en la porción del Señor, en su heredad, y resido en la congregación plena de los santos. Venid a mí los que me amáis y saciaos de mis frutos; mi nombre es más dulce que la miel y mi herencia mejor que los panales. El que me come tendrá más sed; el que me escucha no fracasará, el que me pone en práctica no pecará; el que me honra poseerá la vida eterna. (Eclesiástico, 24)

MEDITACIÓN: 

Todas las virtudes y las gracias de María Santísima las recibe de Su Hijo. La Madre de Cristo debía ser perfectamente santa desde su concepción. Ella desde el principio recibió la gracia y la fuerza para evitar el influjo del pecado y responder con todo su ser a la voluntad de Dios. A María, primera redimida por Cristo, que tuvo el privilegio de no quedar sometida ni siquiera por un instante al poder del mal y del pecado, miran los cristianos como al modelo perfecto y a la imagen de la santidad que están llamados a alcanzar, con la ayuda de la gracia del Señor, en su vida.
La Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María:
1-Nos llama a la purificación. Ser puros para que Jesús resida en nosotros.
2-Nos llama a la consagración al Corazón Inmaculado de María, lugar seguro para alcanzar conocimiento perfecto de Cristo y camino seguro para ser llenos del Espíritu Santo.
"Con la Inmaculada Concepción de María comenzó la gran obra de la Redención, que tuvo lugar con la sangre preciosa de Cristo. En Él toda persona está llamada a realizarse en plenitud hasta la perfección de la santidad" Juan Pablo II, 5-XII-2003.

PETICIONES:

Proclamemos las grandezas de Dios, Padre todopoderoso, que quiso que todas las generaciones felicitaran a María, la Madre de su Hijo

En este momento que cada uno realice sus peticiones particulares del día

ORACIÓN FINAL:

Oh Dios, que por la concepción inmaculada de la Virgen María preparaste a tu Hijo una digna morada, preservándola de todo pecado, concédenos, por tu intercesión, llegar a ti limpios de todas nuestras culpas y llenos de tu gracia
Por Jesucristo, Nuestro Señor, Amén.

(Rezamos 5 Avemarías)


ORACIÓN PARA ACABAR EL DÍA:

Soberana Emperatriz de Cielos y tierra, María Madre de Dios, mar inagotable de salud, en quien todos tus hijos y devotos cifran sus mayores consuelos: todos, postrados ante tus divinas aras, te ofrecemos el humilde obsequio y corto tributo de esta Novena sagrada, y quisiéramos tener el encendido amor y devoción fervorosa con que te alaban los serafines en la gloria, y te ha celebrado todos los santos y justos de la tierra, para que fuese agradable a tus ojos, y a los grandes beneficios que te debemos: todos te rendimos por ellos infinitas gracias y esperamos de tu clemencia, que no han de impedir nuestras culpas el amor con que siempre nos miras: no dejes de mirarnos, Señora, que si tus ojos nos miran, es imposible nos dejen de favorecer tus bellos ojos: mira al Sumo Pontífice; atiende al bien universal de la iglesias, exaltación de la santa fe católica, extirpación de las herejías, y a las benditas Ánimas del Purgatorio, que desde aquella cárcel de fuego imploran tu patrocinio; y en fin, pues eres nuestra Madre dulcísima, échanos a todos tu bendición copiosa, y danos la salud del cuerpo y alma, para que te celebremos después en el reino de la gloria. Amén.

HIMNO A LA STMA. VIRGEN DE LA SALUD:


Virgen santa, madre de Amor, salud y esperanza del obre que en su dolor, pone en tus manos su confianza.

 El Tormes besando tu trono de flores te canta canciones, canciones de amores.

Como río inmenso tus hijos se llegan a tus pies hermosos y humildes los besan.
Buscando la salud de cuerpo y alma tus fieles a Ti llegan. Madre mía, salud en Ti buscando los enfermos y las almas que sufren alegría.
Como el rio besando las arenas las arrastra en su alas presuroso, así al besar tus pies las almas buenas, la salud de Ti lleven y el reposo

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