Hoy habría sido un día de ajetreo en la parroquia.
Muchísimos fieles devotos, más de lo habitual, entrando y saliendo de la iglesia para rendir homenaje a Nuestra Señora.
Nervios en el coro, con los últimos ensayos.
Cariño en los cofrades que preparan a la Virgen y al Niño Jesús para que luzcan más hermosos, si cabe, en la procesión.
El esfuerzo de los hermanos que organizan o colaboran en cada uno de los actos y actividades.
Los monaguillos, que siempre están dispuestos.
Los niños y catequistas.
La banda afinando sus instrumentos espera para tocar a la virgen sus oraciones en forma de marcha.
Los sacerdotes que habrían estado celebrando.
El párroco, esforzándose al máximo y acompañándonos, siempre atento y dispuesto a facilitar la labor de todos.
Este año no podrá ser, pero esperamos en un futuro próximo poder honrar a la Virgen de la Salud como se merece.
Mientras tanto unimos nuestras pequeñas voces a vuestras oraciones.
Unidos en la Fé y unidos en la oración.
Ayúdanos Maria a vivir de palabra y de obra como verdaderos hijos tuyos.
" Sabes lo que necesitamos y estamos seguros de que prooveras para que como en Caná de Galilea pueda volver la alergia y la fiesta después de este momento de prueba. ( Papa Francisco)"
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